La Organización Panamericana de la Salud, en su libro "Enfermería y seguridad de los pacientes" señala:
La
administración segura de medicamentos es un objetivo estratégico y un valor
principal de la atención al paciente en todos los niveles del sistema de salud.
Los medicamentos contribuyen de manera considerable a mejorar la calidad de
vida de sus usuarios; sin embargo, su uso no está exento de riesgos ya que si
no se cumple con una administración segura puede ponerse en peligro la
seguridad de los pacientes hospitalizados y por lo tanto la calidad de la
atención prestada a los mismos.
Un
error o falla en la administración de medicamentos puede tener consecuencias
irreparables para el paciente que afectan directamente a la familia y la
comunidad.
La administración de medicamentos a los pacientes en las instituciones de salud es un proceso complejo, con múltiples pasos que dependen de una serie de decisiones y acciones que están relacionadas entre sí, con la participación de profesionales de diversos campos, así como de los propios pacientes.
Los profesionales que participan en cada uno de estos pasos deben entender que sus acciones pueden afectar el comportamiento de todo el conjunto, y por lo tanto deben llevar a cabo su trabajo con seguridad, conciencia, responsabilidad y eficiencia. Cualquier acción de un profesional afecta necesariamente a las acciones de otros profesionales y, en consecuencia, afectará la atención al paciente.
Gallegos Méndez en "Farmacología en pediatría para enfermeras" (1) indica que los errores más frecuentes durante la preparación y administración de medicamentos incluyen:
·
Desconocer
nombre, peso y edad del paciente.
· Distracción al preparar los medicamentos.
· Quedarse con dudas al preparar los medicamentos.
· Preparación de los medicamentos de todo el turno.
· Dejar el medicamento al paciente o familiar.
· Dejar la charola de medicamentos cerca del paciente.
· Dejar abierto el botiquín de medicamentos.
· Dejar abiertos los medicamentos de los envases líquidos.
· Circular horarios de medicamentos no administrados.
· Administración de medicamentos con agua inyectable.
· No respetar la velocidad de infusión indicada al administrar medicamentos.
· Diluir dos o más medicamentos en la misma jeringa.
· No leer literaturas anexas al medicamento.
· Administración de medicamentos no indicados por el médico.
La administración de medicamentos a los pacientes en las instituciones de salud es un proceso complejo, con múltiples pasos que dependen de una serie de decisiones y acciones que están relacionadas entre sí, con la participación de profesionales de diversos campos, así como de los propios pacientes.
Los profesionales que participan en cada uno de estos pasos deben entender que sus acciones pueden afectar el comportamiento de todo el conjunto, y por lo tanto deben llevar a cabo su trabajo con seguridad, conciencia, responsabilidad y eficiencia. Cualquier acción de un profesional afecta necesariamente a las acciones de otros profesionales y, en consecuencia, afectará la atención al paciente.
Gallegos Méndez en "Farmacología en pediatría para enfermeras" (1) indica que los errores más frecuentes durante la preparación y administración de medicamentos incluyen:
· Distracción al preparar los medicamentos.
· Quedarse con dudas al preparar los medicamentos.
· Preparación de los medicamentos de todo el turno.
· Dejar el medicamento al paciente o familiar.
· Dejar la charola de medicamentos cerca del paciente.
· Dejar abierto el botiquín de medicamentos.
· Dejar abiertos los medicamentos de los envases líquidos.
· Circular horarios de medicamentos no administrados.
· Administración de medicamentos con agua inyectable.
· No respetar la velocidad de infusión indicada al administrar medicamentos.
· Diluir dos o más medicamentos en la misma jeringa.
· No leer literaturas anexas al medicamento.
· Administración de medicamentos no indicados por el médico.
Por estos motivos, la presente entrada compila las recomendaciones que autores e Instituciones realizan al personal de Enfermería para garantizar una atención segura y libre de riesgos en cuanto a la administración de medicamentos.
Actividades
de Enfermería en la administración de fármacos (2).
Antes de
administrar cualquier fármaco, la enfermera debe tener en cuenta las siguientes
consideraciones:
- Si es posible por su edad, explicarle el procedimiento y contar con su colaboración.
- No administrar con alimentos esenciales como la leche, puesto que pueden generar rechazo a estos alimentos, al relacionarlos con la medicación.
- No recurrir a amenazas ni a engaños para obligar al niño a aceptar el medicamento o por no colaborar.
- Evitar la administración de fármacos durante las comidas.
- No mezclar la medicación con grandes volúmenes de comida.
- Los medicamentos deben ser preparados por la misma enfermera que los va a administrar.
- Se debe preparar, administrar y conservar de acuerdo a las especificaciones generales del fármaco y del preparado farmacéutico.
- En general, tienen que prepararse los medicamentos en el momento en que vayan a ser utilizados, desechando la cantidad no empleada.
- Para la solución, ha de utilizarse el solvente que acompaña al fármaco o, en su caso, agua bidestilada.
- Nunca deben administrarse por vía intravenosa dos preparados juntos, ya que éstos pueden activarse mutuamente o precipitarse. La vía tiene que ser lavada entre uno y otro con solución isotónica.
- No debe mezclarse ningún medicamento con soluciones que contengan electrolitos, con el fin de evitar reacciones adversas por interacción de unos y otros.
- Es preciso comprobar siempre la permeabilidad de la vía antes de la inyección de cualquier medicamento.
Es
un hecho que gran parte de los casos de mala práctica en enfermería se deben
principalmente a la confusión de dosis o frecuencia de aplicación, los cual
podría evitarse eficazmente si se conocieran las indicaciones y dosificaciones
cada fármaco.
Recomendaciones
para enfermería en la administración de medicamentos (4).
- Lea con cuidado la prescripción del médico, si no le queda clara, pregúntele.
- Solicite e identifique el medicamento prescrito por su nombre genérico.
- Verifique en la etiqueta que corresponda al medicamento prescrito y en la concentración indicada.
- Prepare la administración del medicamento con la posología indicada.
- Identifique al paciente con absoluta seguridad, verificando la congruencia de las órdenes médicas con la identificación del paciente en la cabecera de la cama, con la pulsera del paciente, con el expediente clínico y preguntándole su nombre.
- Antes de administrar el medicamento pregúntele al paciente si ha tenido alergias a medicamentos, en particular al que le va a administrar.
- Administre la prescripción con todo cuidado conforme a las instrucciones.
- Si va a administrar sangre y sus derivados, además de identificar con certeza al paciente, verifique que el grupo y RH sean los mismos que los del paciente y que el nombre del destinatario corresponda con el propio paciente.
- Si se trata de medicación de empleo delicado (Cloruro de Potasio, Pirazolona, Xilocaina, Aminofilina, Penicilina, etc.), espere de dos a tres minutos para valorar la tolerancia del paciente.
- En caso de reacciones adversas avise al médico y regístrelo en el expediente.
Derechos del paciente a la administración correcta de medicamentos (5),
- Fármaco correcto
- Dosis correcta
- Paciente correcto (puede ser fecha de nacimiento y nombre o registro medico también puede confirmar uno de los padres).
- Tiempo de administración correcta
- Derecho a rechazar el medicamento (no aplica a menores de edad; en el escolar y adolescente hay que motivarlos de la importancia de dicho medicamento e informar al médico).
- Documentación correcta (verificar verbalmente).
Administración segura de medicamentos (6)
El
equipo de enfermería ha seguido tradicionalmente los cinco aspectos correctos
de la administración de medicamentos (paciente, medicamento, vía, tiempo y
dosis correcta) y, más recientemente, los siete aspectos correctos (incluyendo
la documentación y razón).
Un
artículo reciente publicado en la revista British
Journal of Nursing, identifica nueve aspectos correctos para la administración
de medicamentos: paciente correcto, medicamento correcto, vía correcta, hora
correcta, dosis correcta, documentación correcta, acción correcta, manera
correcta y respuesta correcta. Los nueve aspectos correctos no garantizan que
los errores de medicamentos no se produzcan, pero su formulación ayuda a
mejorar la seguridad y calidad de la atención al paciente durante la
administración de medicamentos.
1.- Paciente
correcto.
El
medicamento de administrarse al paciente a quien fue prescrito. Este “correcto" es claro y parece ser simple, pero, con base en circunstancias o eventos, la
administración de la medicación para el paciente correcto puede convertirse en
una acción delicada. Preguntarle a un paciente: “¿usted es el señor Antonio?”,
puede implicar un riesgo, ya que dos pacientes pueden tener el mismo nombre o
tener nombres homófonos, diferentes pero con sonidos similares, lo que impide
la comprensión.
Son
importantes las preguntas abiertas, que requieren una mayor interacción del
paciente, tales como “por favor, dígame su nombre completo”. Además, es
importante comprobar si el paciente corresponde con el nombre identificado en
la pulsera, en la cama y la historia clínica. Una forma que auxilia a evitar la
administración de la medicación al paciente errado es no permitir que dos
pacientes con el mismo nombre estén juntos en la misma habitación o sala.
En
algunas situaciones específicas, la identificación cuidadosa del paciente para
administrar los medicamentos debe ser redoblada, porque los pacientes con bajo
nivel de conciencia, con enfermedades que afectan a las actividades
psicomotoras, y ancianos pueden no ser capaces de identificarse o no tener
pulsera de identificación.
2.-Medicamento correcto.
2.-Medicamento correcto.
Existen varias causas relacionadas con errores de medicamentos. Una de ellas es la similitud entre los nombres de los medicamentos. Una salida para minimizar las incidencias es prescribir el medicamento según el nombre genérico del principio activo, pero aun así puede haber similitud entre los sonidos de los nombres de los principios activos, por lo que debe confirmarse el nombre del medicamento antes de su administración.
La
mala letra del médico y abreviaturas en la prescripción son también factores
que conducen a la administración errónea del medicamento. Si la prescripción no
es clara, lo correcto es contactar con el médico que recetó el medicamento para
su confirmación. La tecnología de la información, con la prescripción
electrónica, ha ayudado a resolver este problema porque el médico digita en el
computador el nombre del paciente, la dosis, la vía, la forma de dosificación
del medicamento y la posología, con lo que se evitan malas interpretaciones de
la receta escrita a mano y se garantiza que el nombre de los medicamentos
prescritos sean entendidos por el equipo.
Otro
hecho importante es asegurarse que el paciente no es alérgico al medicamento o
la droga. Cualquier hecho descrito por los pacientes u observados por el
equipo, tanto de reacciones adversas como de efectos secundarios, se debe
documentar en el lugar apropiado y de fácil visibilidad. Se recomienda que los
pacientes alérgicos reciban una identificación diferente, alertando a todo el
equipo, como la pulsera de identificación de color rojo y un aviso en su
agenda.
3.-Vía correcta.
3.-Vía correcta.
La vía de administración correcta es un desafío para los enfermeros del área clínica. El profesional debe administrar el medicamento solamente por la vía prescrita. Hay estudios que afirman que el aumento en la complejidad de los medicamentos y el avance tecnológico aumentan los riesgos asociados con la administración de medicamentos y, por tanto, los enfermeros precisan conocer el procedimiento ya que cada una de estas vías poseen tecnología asociada o equipamientos que deben ser comprendidos con el fin de evitar daños.
4.-Hora correcta.
El medicamento debe administrarse en el horario correcto para garantizar los niveles séricos terapéuticos; en caso contrario se puede comprometer el mecanismo de acción del medicamento, es decir, su eficacia.
Si
un medicamento está prescrito para ser administrado en un determinado intervalo
de tiempo, el profesional de enfermería nunca debe avanzar o ir más allá de
este intervalo por más de media hora. La biodisponibilidad (medida que indica
la velocidad y la extensión de absorción de un principio activo en una forma de
dosificación) del medicamento, dependiendo de su tipo, puede afectarse en caso
de que el medicamento sea administrado después de un tiempo considerable de
atraso.
La
administración de medicamentos en la hora correcta también implica la
preparación del medicamento en el horario oportuno y de acuerdo con el tipo de
medicamento; como los medicamentos poseen estabilidades distintas, debe
observarse lo recomendado por el fabricante.
5.-Dosis correcta.
5.-Dosis correcta.
Los profesionales de enfermería deben tener cautela cuando realizan la lectura de la prescripción médica. Un punto decimal mal colocado puede resultar en una disminución o un aumento de diez veces la dosis a ser administrada.
El
conocimiento más profundo de los profesionales de enfermería acerca de los
medicamentos podría ayudar en estas situaciones. Siendo el enfermero el
responsable por la seguridad del paciente en la administración de medicamentos,
en caso de que haya alguna duda en la dosis prescrita, lo más correcto será
consultar al médico responsable por la prescripción y confirmar la dosis. Las
abreviaturas y el uso inadecuado de los puntos decimales son factores que
suelen contribuir a los errores de prescripción.
De
esa forma, debe redoblarse la atención a la unidad de medida al calcular el
volumen de medicamento a ser administrado, pues los errores de dosificación
pueden dar lugar a problemas temporales o permanentes en la salud del paciente,
pudiendo resultar en la muerte.
6.-Registro
de la administración correcta.
Todas
las actividades de enfermería ejecutadas junto al paciente, desde la planeación
hasta el acompañamiento de resultados, deben registrarse sistemáticamente,
incluyendo las informaciones sobre el uso de los medicamentos. Esos registros
proporcionan datos para subvencionar al enfermero en el establecimiento del
plan de cuidados de enfermería, contribuyendo para la comunicación de
informaciones del paciente y posibilitando la educación, la investigación, la
realización de auditorias y la verificación de aspectos legales. Así, el registro de las acciones de enfermería debe realizarse de forma clara, objetiva
y de acuerdo con los principios éticos y morales de la profesión.
El
profesional de enfermería debe registrar correctamente la administración del
medicamento prescrito en el registro del paciente. Eso certifica, al
profesional y a todo el equipo, que el medicamento fue administrado al
paciente, evitando la duplicación de la administración del medicamento por otro
profesional. El registro o la firma en la historia clínica del paciente antes
de que el medicamento sea administrado es un riesgo, pues el paciente puede
negarse a aceptarlo. De la misma forma, dejar de firmar después de que le
medicamento se administra crea el riesgo de que otros profesionales repitan la
dosis, como se ha mencionado.
Algunas
veces el médico deja prescrito para el paciente determinado medicamento con la
observación “si es necesario” o “a criterio del médico”. En estos casos también
es importante registrar el horario de la administración, incluyendo el motivo
de la administración, el nombre del medicamento, la dosis, la hora y los
resultados alcanzados, evitando así una alta dosis en un pequeño intervalo de
tiempo.
7.-Acción correcta.
7.-Acción correcta.
Cuando un profesional administra un medicamento debe garantizarse que esté prescrito por una razón adecuada. No es adecuado, por ejemplo, administrar un antimicrobiano para infección viral en un paciente que está con una infección bacteriana. De la misma forma, administrar un sedante en un paciente que aparenta estar sedado puede ser perjudicial. Por lo tanto, la enfermería debe cuestionar la indicación del médico en caso de que presente dudas.
Es
muy importante recordar el papel educativo de los enfermeros, no pudiendo
dispensar la oportunidad de orientar e instruir al paciente sobre el
medicamento que le está siendo administrado, la justificación de la indicación,
los efectos esperados y aquellos que necesitan de monitorización. Es derecho
del paciente conocer el aspecto (color y forma) de los medicamentos que está
recibiendo y la frecuencia con que serán administrados, así como su indicación,
siendo éste un hecho más que auxilia en la prevención de un posible error.
Delante
de eso, al administrar un medicamento se recomienda informar al paciente o
familiar el nombre, la acción del medicamento y la razón por la cual está
siendo administrado. Sin embargo, un niño o un paciente confuso pueden no dar
la respuesta correcta a la pregunta del enfermero y, en estas situaciones, el
enfermero deberá aumentar su atención y verificar en la historia del paciente
la razón de la prescripción de aquel medicamento.
Es
importante recordar que el profesional debe tener ciertos cuidados para no
hacer infringir principios morales y éticos, informando al paciente de algún
diagnóstico del que éste aún no tenga conocimiento.
8.-Forma correcta.
8.-Forma correcta.
Muchos medicamentos están disponibles en diferentes formas para administración por varias vías. Antes de que el profesional administre el fármaco debe asegurarse de que sea por la forma correcta, para la vía prescrita, en el paciente correcto.
La
manera por la cual los medicamentos son producidos y acondicionados también
puede contribuir a la ocurrencia de errores. Comprimidos de la misma forma,
tamaño o color, etiquetas pequeñas, ampolletas y frascos similares pueden
facilitar errores en circunstancias desfavorables, como en caso de emergencia,
de infraestructura física inadecuada, de mala iluminación o cualquier otro
factor de los que interfieran en la preparación de los medicamentos. Los envases
individuales y diferenciados facilitan la identificación del medicamento para
su administración.
9.-Respuesta correcta.
9.-Respuesta correcta.
Una vez que se administra el fármaco el enfermero debe acompañar al paciente para evaluar si el medicamento tuvo la respuesta o efecto esperado, es decir, para evaluar la efectividad del medicamento. La inefectividad de la terapia medicamentosa, en algunos casos, puede determinar la pérdida de la vida del paciente porque si un medicamento de alto riesgo falla, como los anticoagulantes, los antiarrítmicos y la insulina, existe un riesgo inminente de muerte.
La
responsabilidad del profesional no termina después de que el medicamento sea
administrado y registrado. Él no debe olvidar que para garantizar la seguridad
del paciente, es necesario evaluar las respuestas después de la administración.
Conclusión
Es responsabilidad del profesional de enfermería, garantizar la seguridad de los usuarios, sobre todo en la administración de medicamentos, ya que la enfermera (o) es la responsable de la aplicación de los fármacos en las unidades de salud; por lo que se requiere que el profesional de enfermería posea aptitudes y actitudes muy especificas, de igual forma mejore y actualice sus conocimientos, de farmacología en cuanto a dosis, formas de preparación, manipulación, almacenamiento, administración y respuesta, entre otros.
Esperamos que esta publicación coadyuve a disminuir los errores en la preparación y administración de medicamentos, permita garantizar la Seguridad en nuestros usuarios y contribuya a la Mejora Continua del personal de Enfermería.
Referencias.
1.- GALLEGOS Méndez Gloria Luz, (2005).
Farmacología en pediatría para enfermeras.
México
2.- TERJE Simonsen… et al, (2009)
Farmacología para licenciados en enfermería.
México.
3.- RODRIGUEZ Palomares Consuelo, (2007)
Farmacología para enfermeras.
México.
4.- Comisión Nacional de Arbitraje Médico, (N.D.)
Recomendaciones para enfermería en la administración de medicamentos.
México.
5.-LINNARD Palmer Luanne, (2010)
Notas de
pediatría.
(N.D.)
6.-Organización Panamericana de la Salud, (2011)
Enfermería
y seguridad de los pacientes.
Washington D.C.